II congreso de la FOPCU

Estamos ante un nuevo Congreso Papelero, el segundo de este nuevo período de nuestra organización, para algunos de los más viejos una realidad que costó mucho crear y para los nuevos un desafío de mejorar y prolongar esta querida Federación, de un gremio con características propias y particularidades diferentes pero con una fuerte raíz clasista, unitaria y solidaria. Cuando uno reflexiona sobre todo este período que comenzó en el 2000 y repasa toda la historia de la Federación, deberíamos sentir orgullo de poder proseguir lo que otros muchas décadas atrás construyeron, con una realidad totalmente diferente, donde organizar un sindicato era jugarse el trabajo y lo más importante, la vida. Muchos quedaron en el camino, el primero Urian Correa que, solidariamente apoyando un paro general por los papeleros, muere en manos de un rompe huelga. Urian Correa refleja lo que es la solidaridad de los trabajadores y las condiciones que había en ese momento para defender los derechos de los obreros. Luego vino la larga noche donde cada uno peleó como pudo contra la dictadura, cómo no recordar a los compañeros de Juan Lacaze donde la represión fue feroz y los papeleros siempre estuvieron en la primera línea con los compañeros de Mercedes.

A los compañeros de Pando, conmemorando todos los Primero de Mayo con un campeonato de fútbol entre las fábricas, tres de ellas papeleras y aprovechando para repartir volantes contra la dictadura. Los trabajadores de Cicsa donde hoy se investiga la desaparición de trabajadores papeleros. Serían infinitas las historias para contar y en la salida de la dictadura allí estuvieron los papeleros participando en la organización del P.I.T. y marchando en los innumerables actos del 1o de Mayo, cuando asomaba el fin de la dictadura.

Luego en democracia nos encontramos con los consejos de salarios y la Federación que ya funcionaba como tal tuvo movilizaciones importantes culminando con la huelga de 1985. Hay mucho para escribir sobre este hecho que marcó a la Federación por mucho tiempo, creemos que hubo aciertos y errores que después se reflejaron en las huelgas de Fanapel y Pamer, creo que los actores que todavía quedan sabrán de esos aciertos y errores, lo que se rescata de todo esa experiencia sirvió y debe de servir para que no nos vuelva a suceder. Revolver todo eso no nos ayudará a poder crear una Federación a la altura de los tiempos que vivimos y los que vendrán. No sería bueno retomar esa discusión pero es bueno tenerlo presente para no romper una herramienta que tanto ha servido a los trabajadores que es la Federación. Luego de no funcionar la Federación comenzó una reconstrucción lenta, pero firme.

 

En este período, muchos compañeros trabajaron para mejorar esta organización. Algunos quedaron por el camino y hoy no están por distintas circunstancias, pero sería injusto no darles también el reconocimiento, no somos perfectos, tenemos carencia pero cuando miramos para atrás tenemos que estar tranquilos que hicimos lo posible por mejorar y a nadie se le puede culpar por actos faltos de ética.

 

Todo lo que relatábamos de las dificultades que había para organizarse en otros gobiernos, tuvo un cambio en el 2005, cuando Tabaré Vázquez asumió la Presidencia. No se pueden ignorar los cambios que se produjeron, ignorarlos sería no ver la realidad, se avanzó en leyes que favorecieron a los trabajadores, pero también la industria tuvo un crecimiento muy importante, hoy vemos cómo no sólo la instalación de plantas de celulosa ocurren hoy sino empresas que producen papeles tisú, sanitarios, cajas de cartón, bolsas de papel, etc., se instalan, otras que ya están, crecen en producción. Los gobiernos progresistas cambiaron al Uruguay, hoy es otro, los números lo dicen, bajó la desocupación a niveles históricos, la pobreza, la indigencia, siguen bajando, esas son realidades que nos deben poner contentos, pero esto no alcanza, se deben profundizar los cambios. Falta mucho por hacer, lo sabemos, el capitalismo está herido, golpea y los que sufren son los mismos de siempre, ahora anuncian la crisis de 2012, para que los trabajadores se preparen para pagar los costos, ya lo vimos en el 2008 y la solución fue más desocupación, más baja de salarios, etc. Los que no siguieron la receta pasaron la crisis sin problemas, Uruguay fue ejemplo, con un gobierno como los que tuvimos antes del 2005 qué nos hubiera pasado, lo sabemos, el costo lo hubiésemos pagado nosotros, como resolvió el Congreso del Pit-Cnt, independencia de los partidos políticos pero no indiferencia.

El Congreso creo que lo hacemos después de haber firmado uno de los mejores convenios colectivos de la Federación, con el sólo hecho de que el 10 de junio, el Día de los Papeleros ya es obligatorio para todos los trabajadores del Uruguay, es una inmensa conquista que nos debería poner contentos a todos porque quedamos a mano con la historia, que no es sólo un salario más, sino lo que significa ese 10 de junio. Además, durante seis años seguidos, nuestro salario creció por encima del I.P.C., recuperando todo lo perdido entre el 2000 y el 2004 y ahora continuamos creciendo con la diferencia que a los salarios sumergidos los hemos diferenciado y tienen un aumento mayor.

Los desafíos son muchos en materia salarial, hay que llevar los salarios bajos a un nivel decoroso, nuestra lucha debería seguir en ese camino, tratando de aquellas conquistas que algunos tienen llevarlas a todos los papeleros.

Tenemos la evaluación de tareas por delante, un trabajo necesario para los nuevos tiempos, la certificación de competencia, por suerte hay mucho trabajo por delante, debemos sumar más compañeros a la tarea. Para esta dirección de la Federación creemos que el desafío más importante es la formación de los trabajadores del sector. La creación y la pronta instalación del comité sectorial es un paso enorme para poder darle oportunidad a que los jóvenes puedan prepararse en una industria que avanza en nuestro país y a los que están en las fábricas prepararse mejor. Vamos por el buen camino sigamos avanzando.

En las cosas que nos propusimos como metas para mejorar y avanzar en el tema internacional fue de los temas más difíciles. En este período hemos avanzado y mucho con el contacto permanente con los finlandeses que llevó a la firma del convenio entre el Sask y la Fopcu, la afiliación a la Icem nos está dando una presencia importante internacional y esta Federación es reconocida por lo menos en todo el Mercosur. Lo que merece sí una discusión entre todos es cómo continuamos con la Fespam, un organismo que no nos ha dado demasiados beneficios, pero bueno es parte de la discusión de este Congreso. Todo este avance no habría podido hacerse sin todo el apoyo y presencia del Cuopyc, que desde la época de Omar Díaz insistía en la inserción internacional de la Federación, Creemos que el trabajo al frente de la Icem del compañero Walter Silva debería respaldarse para que continúe.

Este es un tema que hace pensar en alguna modificación del tema económico, ya que todo este avance se hace muy difícil porque el tema económico es un freno Pit-Cnt

Acabamos de terminar un Congreso, el No. XI, de nuestra central, con una característica distinta que fue la elección por lista de la dirección. Creo que hay que reflexionar y trabajar mucho, la unidad no se rompió pero sintió los tirones, no juguemos con ella. Lo que pasó en el Congreso, las dificultades para consensuar una dirección, es un llamado de atención porque nos pusimos de acuerdo en la plataforma, el programa pero no supimos llegar a acuerdos en los cargos. No es una buena señal para los trabajadores que no entienden las luchas por ocupar un cargo. La decisión de la Federación de tratar hasta último momento de lograr una lista unitaria fue una sabia decisión que se cumplió hasta donde se pudo, luego resolvimos integrar la lista 1966 desde donde salimos electos para la Mesa Representativa. Se debería poder integrar más compañeros a las distintas comisiones de la central. El posicionamiento de la Federación en las nuevas plantas que se instalaron y que se van a instalar fue el acertado, pero algunas cosas cambiaron que deberíamos estar atentos. Nosltros dijimos que estábamos de acuerdo con la instalación de Botnia, hoy UPM y defendimos la instalación de Montes del Plata, sobre la base de que se deberían cumplir los controles medioambientales, leyes laborales, etc., pero en este período un mecanismo que resultó una garantía y que transparentó los controles fue la creación de la comisión de seguimiento con la integración de todos los actores, no sabemos por qué esa comisión no funcionó más, el diálogo con Dinama, que era fluido, no existe más, nos preocupa mucho este tema ante la instalación de la nueva planta de celulosa.

Finanzas es un problema sin resolver para nuestra organización. Los dineros que ingresan no alcanzan y nos vemos restringidos en poder realizar algunas actividades. Los costos recaen en los sindicatos y además es difícil, es injusto, ya que los sindicatos que tienen ingresos menores por la cantidad de afiliados se les resulta imposible participar de algunas tareas, deberíamos estudiar cómo resolvemos ese problema.

Creo que deberíamos empezar a pensar en el recambio de la dirección y eso no se hace de un día para el otro, es indispensable ir incorporando nuevos compañeros a la dirección y que además asuman tareas, que sean representativos de todos los sindicatos y que puedan dedicarle un tiempo a la Federación. Los nuevos desafíos deberían pasar por un salario mínimo digno para el sector, la industria lo puede pagar, un nuevo orden de categorías, instrumentar la formación en el sector, incluir los beneficios del ’71 que todavía faltan, que el Estado priorice la compra de los productos que fabricamos…

 

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